En un sorprendente hallazgo, arqueólogos de la ciudad de Sozopol, Bulgaria, descubrieron dos esqueletos de 800 años de antigüedad, con barras de hierro atravesando sus pechos. Este descubrimiento revive las antiguas creencias sobre vampiros en Europa Central.
El descubrimiento de los dos esqueletos, realizado el pasado fin de semana en la ciudad costera de Sozopol, ha desconcertado a la comunidad científica. Los arqueólogos identificaron que ambas tumbas contenían estacas de hierro, una práctica funeraria asociada a la creencia de que los muertos podrían resucitar y aterrorizar a la población.
Daniel Miller, del Daily Mail británico, comenta: «Si pensabas que los vampiros eran solo cosa de mitos y leyendas, y quizás de alguna que otra película de terror adolescente, piénsalo de nuevo».
Por su parte, Bozhidar Dimitrov, director del Museo Nacional de Historia de Bulgaria, explica: «Esta práctica no desapareció en la Edad Media; era común en algunos pueblos búlgaros hasta la primera década del siglo XX».
El hallazgo en Sozopol no es aislado. A lo largo de los Balcanes, especialmente en Bulgaria, Serbia y Rumanía, se han encontrado más de 100 «esqueletos de vampiro», enterrados con estacas en el pecho. Según la tradición local, se pensaba que los vampiros podían adoptar diversas formas y se creía que mataban a humanos o ganado, bebiendo sangre o drenando la vida de sus víctimas.
En la Edad Media, los candidatos a convertirse en vampiros solían ser personas consideradas malvadas en vida, como miembros de la nobleza o del clero. Para evitar que resucitaran, se les clavaba una estaca de hierro o madera en el corazón o el pecho.
Este reciente descubrimiento en Bulgaria ofrece una ventana al pasado medieval de Europa Central, donde las creencias sobre los vampiros eran profundamente arraigadas. Aunque no hay evidencia de que los vampiros existieran en realidad, estos hallazgos reflejan el miedo y las supersticiones que dominaron la vida de los pueblos balcánicos durante siglos.
Datos adicionales:
- Ubicación del hallazgo: Sozopol, Bulgaria, a orillas del Mar Negro.
- Antigüedad de los esqueletos: Aproximadamente 800 años.
- Prácticas funerarias: Entierros con estacas de hierro en el pecho, vinculados a las creencias sobre los vampiros.